No estás sola.

No estás sola cuando te das cuenta que nunca has pensado en tu "boda" y tu "vestido de novia".
No estás sola cuando sientes que un anillo de compromiso debe ser cualquier cosa significativa entre tu novio y tu, y no un aro de oro con una piedrota.
No estás sola cuando te importa más pagar una maestría que un carrazo.
No estás sola cuando odias la música que tiene coreografías.
No estás sola cuando le dices a tu novio que pagarás la mitad de la cuenta del restaurante. Tampoco estás sola cuando te gusta invitarlo.
No estás sola cuando piensas y actúas de esa forma, porque aunque no lo creas, habemos muchas como tu.

Que no te presione la sociedad. ¡Sé tu!

Comentarios